lunes, 24 de mayo de 2010

ANTIGUO EGIPTO

El Antiguo Egipto fue una civilización que se originó a lo largo del cauce medio y bajo del río Nilo, y que alcanzó tres épocas de esplendor faraónico en los periodos denominados: Imperio Antiguo, Imperio Medio, e Imperio Nuevo.

Alcanzaba desde el delta del Nilo en el norte, hasta Elefantina, en la primera catarata del Nilo, en el sur, llegando a tener influencia desde el Éufrates hasta Gebel Barkal, en la cuarta catarata del Nilo, en épocas de máxima expansión. Su territorio también abarcó, en distintos periodos, el desierto oriental y la línea costera del mar Rojo, la península del Sinaí, y un gran territorio occidental dominando los dispersos oasis. Históricamente, fue dividido en Alto y Bajo Egipto, al sur y al norte respectivamente (véase: Kemet).

La civilización egipcia se desarrolló durante más de 3.000 años. Comenzó con la unificación de varias ciudades del valle del Nilo, alrededor del 3150 a. C., y se da convencionalmente por terminado en el 31 a. C., cuando el Imperio romanoEgipto ptolemaico, que desaparece como estado. Este acontecimiento no representó el primer período de dominación extranjera, pero fue el que condujo a una transformación gradual en la vida política y religiosa del valle del Nilo, marcando el final del desarrollo independiente de su cultura. Su identidad cultural había comenzado a diluirse paulatinamente tras las conquistas de los reyes de Babilonia (siglo VI a. C.) y Macedonia (siglo IV a. C.), desapareciendo su religión con la llegada del cristianismo, en la época de Justiniano I, cuando en 535 fue prohibido el culto a la diosa Isis, en el templo de File.

Egipto tiene una combinación única de características geográficas, situada en África nororiental y confinada por Libia, Sudán, el mar Rojo y el mar Mediterráneo. El Nilo fue la clave para el éxito de la civilización egipcia: el légamo fértil depositado a lo largo de los bancos del Nilo tras las inundaciones anuales significó para los egipcios el practicar una forma de agricultura menos laboriosa que en otras zonas, liberando a la población para dedicar más tiempo y recursos al desarrollo cultural, tecnológico y artístico.

La vida se ordenaba entorno al desarrollo de un sistema de escritura y de una literatura independientes, así como en un cuidado control estatal sobre los recursos naturales y humanos, caracterizado sobre todo de la irrigación del fértil valle del Nilo y la explotación minera del valle y de las regiones desérticas circundantes, la organización de proyectos colectivos, el comercio con las regiones vecinas de África del este y central y con las del mediterráneo oriental y finalmente, por empresas militares que mantuvieron una hegemonía imperial y la dominación territorial de civilizaciones vecinas en diversos períodos. La motivación y la organización de estas actividades dependía de una élitecreencias religiosas, bajo la dirección del Faraón un personaje semi-divino, generalmente masculino, perteneciente a una sucesión de dinastías, no siempre del mismo linaje.

Pirámide de Jafra y la Gran Esfinge de Giza.

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